domingo, 10 de mayo de 2009

Bajo la sombra del árbol

Quiero escribir, es un hecho, pero ¿Sobre qué escribir? ¡Aah! Tengo tanto que decir, pero para ser honestos tengo miedo. ¿A qué? A muchas cosas en realidad. A mi mismo, para empezar, a lo que se que oculto y no quiero sacar pero bien sé que en cualquier momento podría escapar. A heriri a aquellos a quienes aprecio, a quienes amo. De usar mis palabras en su contra y envenenar mi mente con mis propias y falsas cavilaciones que no son más que el producto del coraje, del enojo, de iras y emociones retenidas por tanto tiempo que al final se convierten en daga hiriente que permanece clavada por siempre en el corazón, y en velo oscura que nubla la vista de todo aquello cuanto el artista enardecido mira.
¡Pero, Dioses! ¿Cómo, entonces, liberar el alma, cómo, entonces, purificar la mente, cómo, entonces, apaciguar al corazón cuando se teme al ser que habita en el interior
Anhelo volver a aquellos tiempos en que todo eran risas y alegrias, el que el mundo era de un modo inegable e indiscutible. Anhelo olvidar tantas cosas que destruyen mi razón, pero tambien aborresco tal idea, pues sería negar mi experiencia, mi vida, negarme a mi. Cómo cortar un brazo lastimado en un evento deportivo y que con el tiempo dejará de doler. ¿No es lo mismo el querer olvidar palabras y hechos, sucesos y momentos, que hieren en lo profundo pero que con el tiempo sanarán y se cerraran a si mismas, dejando cicatrices, por supuesto, pero cicatrices que servirán de recuerdo y de aviso, como voz concejera para evitar caér en los mismos viejos errores?
Cómo basilisco fuibundo, cómo león enjaulado veo pasar los dias. Ya no duermo, ya no vivo (y no es en figurado sentido) buscando las respuestas a dilemas tan confusos y que a veces parecieran tan vanales, tan estúpidos. ¡Hombre pensante, consciente, sapiente! ¿Dónde está la grandeza que los Dioses (pues todo Dios lo hace) presumen haber colocado en tí, cuando ni arma ni virus te mata, sino que que eres tu mismo (tus emociones y tus sentimientos) quién al final te atrapa? Tán estúpido que te aprisionas tras los muros más hermosos y brillantes, pero con tu toque negativo los conviertes en oscuras y opacas piedras que derraman sangre amarga a la par de tus lagrimas saladas.
Tán estúpido y tan cruel que en aquellos que rodean tu mundo, en aquellos que te han demostrado su valia, no confías, sino que en todos ellos ves enemigo ascechante, conspirante, un hermano asesino, un amigo traicionero y la hermosa (llamese Rosa, Ángel o Diosa) que se burla a carcajadas y cofragua tu caida a tus espaldas. Si bien algo hay de cierto en que has visto tu confiansa traicionada en minimiedades y cosas poco más importantes, tambien lo es el que ante minima noticia dejas volar tu imaginación viendo sucesos cronologicamente acomodados en espacio y tiempo, pero que, repito, no son más que creación de tu mente y reflejo de los temores de tu subconciente.
Has pasado las últimas semanas (4 o 5 quizás) cavilando en la soledad de tu soledad y sobre la soledad de ésta, en aquellas cosas que han turbado tu alma, en las piedras que fueron arrojadas al estanque y removieron sus aguas, y aún cuando éstas se calmen, los guijarros se condenan por su peso a permanecer por siempre dentro de las aguas.
Son éstos pesares y "entimismamientos" los que terminarán por destruirte, mas es imposible abandonarlos, y acabarán, algín dia, por consumirte, por llevarse tu cordura y reemplazarla con locura y amargura.
Y aún a todo esto se nos suma otro portento, mas es de concideración un tanto turbia y siniestra para una sociedad tan primitiva como la nuestra, y aunque no es razón para santiguarse, los arcáicos pensares deste mundo (o al menos deste pueblo) rechazarán toda mención y toda idea, y si bien es trabajo nuestro cambiar los paradigmas, no será en éste dia pues no está lista todavia.
Concluyo a todo ésto, tras pensar, sufrir, hablar y divagar, que... que no encuentro conclución, por supuesto, pues de tenerla no me encontraria en este estado en que me encuentro, prendado de un listón morado que funge como tranquilizante, aunque sea por poco tiempo


Dark Shadow-Kuro Tsuki

2 comentarios:

  1. Pues bien, como siempre has escuchado, los artistas de tanto pensar terminan hiriendose así mísmos, no creo que todos tengan esa capacidad, y no es para alardear, pero por qué buscar la solución a los problemas? has pensado alguna vez cómo sería tenerlos todos resueltos?
    Bien dicen, y aunque suene muy trillado, que el misticismo de las rosas no está en sus pétalos sino en sus espinas, porque te impiden alcanzarla facilmente. Si todos estos conflictos los tuvieras solucionados, probablemente sufrirías de falta de pasión por algo, como les pasa a muchos más de los que te imaginas; no tendrías por qué pelear ni sentirte triste y esto al final de cuentas sería no sentirte inspirado.
    Lo he dicho mil veces ya, si tu no puedes dormir, si no puedes comer, si estás triste y si no puedes llorar o si no paras de hacerlo, qué mejor forma de sopesarlo que disfrutar de ello?
    Saludos

    ResponderEliminar
  2. ¿Sábes? Empiezo a creer en mis pensamientos predestinados, ja ja, (siento mucho opinar dos veces pero era importante y es que justo pensando en tu entrada de baja la sombra del árbol y me ha aparecido algo genial)
    Verás, en mi blog aparece lo siguiente en mis Quotations of the day, acorde a lo que puse en mi último comentario: "Do not be in a hurry to succeed. What would you have to live for afterwards? Better make the horizon your goal; it will always be ahead of you."
    William Makepeace Thackeray (1811-1863)
    Lo cual, aunque supongo que lo sabrás, dice: No te apresures por el éxito. ¿Qué tendrías para vivir después? Mejor haz del horizonte tu meta, pues este siempre estará frente a ti.
    Lo digo porque lo de los conflictos solucionados con los que sufrirías de falta de pasión por algo, y que no tendrías por qué pelear.
    Ja ja, dijera Leónidas: Pide a los dioses porque tengas razón, je je, y es que después de todo, mejor pide, como lo he dicho también antes, llorar una eternidad que morir de aburrimiento.
    Saludos de nuevo.
    Te quielo.

    ResponderEliminar