miércoles, 10 de marzo de 2010

Regresan las batallas a alta velocidad ¡Dragon Ball Kai!

No hace mucho, mientras dialogaba por el "Mesenjier", me contaron de la aparicion de una nueva serie de Dragon Ball. Ya acostumbrado a los fakes que se dejaron venir desde los rumores de Dragon Ball AF (el cual por cierto, si existe y es hecho un fan japones que dibuja muy, muy bien) no le dí mucho credito a la noticia pensando en que seria nuevamente una mala copia de la obra del buen Akira Toriyama. Sin embargo, mi contacto me comentó que la nueva serie, con el nombre Dragon Ball Kai era un remake de la vieja Dragon Ball Z con mejor calidad de dibujo, con nuevos opening y ending y, lo mejor de todo, sin capitulos de relleno.
Como siempre lo hago, me dispuse a hacer mis investigaciones y encontré que la nueva serie del Saiyan se había hecho para conmemorar los 20 años de Dragon Ball (lo cual me hace pensar: Cuando Naruto cumpla 20 años nos dejaran ver Naruto Shippuden sin relleno??) y efectivamente, es la misma historia que en Dragon Ball Z, pero sin el molesto relleno, con decirles que Vegeta y Nappa llegan a la tierra en el capitulo 8, cuando en la serie anterior llegaban mas o menos en el 20 y cacho, y Bulma y los demas llegan a Namek en el capitulo 19 y en la version anterior esto sucedia hasta el capitulo 40.

Como fan de Dragon Ball creo que siempre es bueno ver algo mas y la verdad me entusiasma mucho el hecho de poder ver la serie con un dibujo mejorado y directo al punto.

Les dejo los videos de Opening y Ending de Dragon Ball Kai y como bonus el video del Opening del especial del 2008 con audio latino (obviamente pegado, pero la cancion es la misma que el opening anterior) y el Opening de DBZ para que comparen. Les recomiendo verlo en pantalla completa.

Dragon Ball Kai Opening "Dragon Soul"

Dragon Ball Kai Ending "Yeah! Brake! Care! Breake!"

Dragon Ball Especial 2008 Latino "Cha-la Head Cha-la"

Dragon Ball Z 1er Opening Latino "Cha-la Head Cha-la"


Dark Shadow-Kuro Tsuki

martes, 9 de marzo de 2010

Afilando mi Espada Vorpal

Tim Burton, como muchos en éste planeta, se dio a la tarea de filmar una nueva versión de Alice in Wonderland, libro que Charles Lutwidge Dodgson (Lewis Carroll, pa’ los compas) ideara mas o alice_lgmenos por 1862 mientras navegaba en el Támesis junto a 3 pequeñas a quienes les contaba la historia.
Posteriormente escribiría un manuscrito el cual llamaría “Las Aventuras subterráneas de Alicia” (Que feo suena “Alicia” prefiero llamarla “Alice”), el cual afortunadamente fue cambiado al final por “Alice’s Adventures in Wonderland” .
El libro alcanzó una enorme popularidad (y posterior polémica) y unos años más tarde, Carroll publicó una segunda parte bajo el titulo “Through the Looking Glass”.

(Creo que me extendí con la introducción)
Bueno, el caso es que Burton se aventuró a crear una nueva historia para Alice (créanme, no es el primero en hacerlo), la cual, al parecer no es mas que una continuación de la viejísima película animada de Disney y no de los libros. ¿Por qué? Pues por el hecho de que Burton vuelve a cometer el mismo y estupidísimo error que han cometido todos (al menos lo que se han hecho famosos) los que han llevado a Alice al cine. Así es, mis jóvenes Padawans, combina ambos libros en una sola historia. Tal vez aquellos que quieran defender a Burton dirán “Es una nueva historia y puede combinar los dos mundos si se le da la gana” 
Pues señores míos, se equivocan. Primeramente porque Carroll lo escribió en DOS libros y los lugares jamás se cruzan. Segundo, si nos tomamos la molestia de recordar “Through the Looking Glass” nos daremos cuenta que la tierra del otro lado del espejo es un gigantísimo tablero de ajedrez, en el cual no podría encontrarse dentro de éste Wonderland, aunque quizás no aplique al revés, pero para eso nos referimos al punto numero uno. Pero bueno, no son todos los errores que ha cometido el buen director en ésta cinta.
La historia, en cuanto a ser como en los libros, no podemos criticarla, ya que dado el hecho de ser un nuevo relato no basa los sucesos en los escritos originales. Sin embargo, podemos criticar un poco a los personajes. Primeramente, tenemos a La Oruga, quien, al menos en el libro que yo tengo siempre es referida como “señora”. También el lirón, quien en ésta cinta es una “lirona” quien, además, tweedledee-and-tweedledum_1600es ejecutado en la parte final del libro bajo la siguiente orden de la Reina de Corazones “¡Ése es un lirón! ¡Guardias, prendedlo! – Grito la reina - ¡Decapitad a ese lirón! ¡Hacedlo pedazos! ¡Pellizcadlo! ¡Cortadle uno a uno los bigotes!”.
La Reina Blanca (que no debería combatir a la Reina de Corazones si no a la Reina Roja) también fue afectada tanto en su personalidad como en su aspecto y habilidades, ya que era una mujer de edad avanzada que podía correr a una muy alta velocidad.
Uno de mis personajes favoritos también se vio afectado por estos cambios, el Gato de Cheshire, pero de el nos encargaremos un poco mas adelante. 
Otra cosa que Burton ha pasado por alto y que me hace pensar que lo que sucedió con Peter Jackson y El Señor de los Anillos es regla general (Peter Jackson no se dignó siquiera a leer la trilogía antes de dirigirla"), es que en sus escritos, Carroll juega muchísimo con las palabras, con la lógica, con la gramática y aún en sus debrayes mas locos e ilógicos encuentras una lógica tajante e innegable que simplemente te deja pensando. Además, de que en casi todos los sucesos que experimenta Alice (como crecer o encogerse) y los personajes que conoce (El Sombrerero, la Falsa Tortuga, el Conejo Blanco) simbolizan algo que aprender (como una moraleja) o una actitud o hecho de la cultura británica de aquella época, y en ésta ocasión no hay ni lo uno, ni lo otro, convirtiendo a uno de los personajes mas enigmáticos, como lo es el Gato de Cheshire, en un simple asistente más a la fiesta a celebrarse en Infratierra, lo cual nos lleva al siguiente punto, que es el hecho de que Burton (o su guionista) se tomó la libertad y el atrevimiento de darle nombre a varios de los personajes

Bueno, ahora pasemos a las cosas que podemos apreciar (entiéndase sus puntos buenos). Los efectos especiales son bastante realistas, los personajes animados no parecen estar “pegados” sobre la acción.
En lo personal me gustó el hecho de que combatieran cartas contra ajedrez, ya que ambos juegos conllevan estrategia (este es un punto que se pelea con otro, ya que no me gustó en absoluto que se combinaran nuevamente los mundos. Si se trataba de la Reina Blanca debió combatir a la Reina Roja. Si se trataba de la Reina de Corazones bien pudo haber combatido a una nueva reina, no se, de tréboles o de espadas, o mejor aún a la Duquesa). 
El Sombrerero en ésta versión es un personaje muy agradable (nada que ver con la versión animada de Disney, gracias a los Antiguos)
Aparecen creaturas que 4192520987_4d8e767b50_ohasta ahora ninguna adaptación (famosa) se había atrevido a mostrar, como son el Jabberwocky, el Bandersnatch y el Ave Jub-Jub. (Afortunadamente no se metieron con el Bujum o con el Snark, porque entonces si hubiera corrido sangre).

Veredicto final: Como producción cinematográfica es buena, eso no lo negaré, aunque tampoco les diré que es de lo mejor, ya que la historia carece de peso, o como diría el Sombrerero “Muchosidad” . Sin embargo, es una adaptación de los personajes de Carroll que carecen totalmente de sus personalidades originales, y es también una producción de Burton a la que le falta su “toque especial”. Entonces, como parte de la historia de Alice, definitivamente es solo un intento más. Como producción de Burton está carente de “Burtonés”. Y como producción cinematográfica, pues, dicen que la critica le ha dado buenas notas, pero la critica le da buenas notas a todo aquello que junte una cantidad de nueve cifras en su día de estreno, pero bueno. En mi opinión cumple con lo que una película aceptable debe tener, y si les importa el numero de Oscares, yo creo que junta entre 4 y 6.

Por cierto, y para quienes quieran defender a Burton y a otros sobre fusionar los dos reinos, aquí les va un dato que les favorece. En “Through the Looking Glass” hay una escena en la que Alice habla con el Rey Blanco, me parece que es cuando lo del León y el Unicornio, y el rey recibe a sus mensajeros Haigha (se pronuncia de forma que rime con “agua”) y Hatta, quienes para sorpresa de muchos resultan ser la Liebre de Marzo (March Hare) y el Sombrerero (Hatter). Sin embargo, yo opino (y no solo yo, si no varios que han leído los libros) que se trata de los mismos seres pero de otro mundo (dimensión). Algo así como el Trunks del futuro, que aunque es la misma persona pertenece a un mundo (tiempo) diferente y lo que pase con uno no afecta al otro.

Bueno, fieles lectores, eso es todo por hoy. Mientras escribía este articulo estuve recordando otras muchas cosas que bien habría podido comentar, pero de por si ya se extendió mucho el tema, así que mejor las dejamos a petición o para otro articulo. Mientras tanto, sigan siendo tan Frikis como siempre, y que la Oscuridad los proteja

Dark Shadow-Kuro Tsuki

miércoles, 3 de marzo de 2010

La luz es como el agua

Hace unos cuantos años cuando hice mi examen para el nivel medio superior, en una de las secciones de comprención lectora encontré un texto que me llamó mucho la atención. Era un cuento muy descabellado, pero muy disfrutable al mismo tiempo. Me propuse buscar aquella historia, pero nunca supe ni el nombre de ésta ni el nombre de su autor.
El dia de ayer, 2 de marzo de 2010, mientras intentaba conciliar el sueño con la television haciendome compañia transmitiendo los comerciales nocturnos sobre los 300 y tantos guerreros de Cristo o sobre la crema para las reumas de tu abuelita, un ruido llamó mi atención en el monitor. Alguien había encendido una lampara de pie, y el hombre que presenta la seccion "Imaginantes" en el canal 5 apareció al lado de ella. Un pensamiento fugáz cruzo por mi mente. "Una lampara, luz, una barca. ¿Podria ser?" El pequeño flash cultural continuó presentandose en el monitor, y mientras aquél hombre robusto y bigoton relataba las ideas que alguna vez habian pasado por la mente de un hombre, una sonrisa comenzó a aparecer en mi. Bajo el titulo "La luz es como el agua" Gabriel Garcia Marquez me habia mostrado uno de los caminos de la imaginación mucho antes de que yo supiera quien era el, y en ese momento en que yo miraba el televisor recostado en mi cama aquel relato se habia abierto camino una vez mas hasta mi para recordarme que nunca debemos dejar de imaginar.
Asi pues, dejo para ustedes aquel relato que hace ya mas de cuatro años leí por primera vez. Espero que lo disfruten tanto como yo lo hice al recordarlo.



En Navidad los niños volvieron a pedir un bote de remos.

-De acuerdo -dijo el papá, lo compraremos cuando volvamos a Cartagena.

Totó, de nueve años, y Joel, de siete, estaban más decididos de lo que sus padres creían.

-No -dijeron a coro-. Nos hace falta ahora y aquí.

-Para empezar -dijo la madre-, aquí no hay más aguas navegables que la que sale de la ducha.

Tanto ella como el esposo tenían razón. En la casa de Cartagena de Indias había un patio con un muelle sobre la bahía, y un refugio para dos yates grandes. En cambio aquí en Madrid vivían apretados en el piso quinto del número 47 del Paseo de la Castellana. Pero al final ni él ni ella pudieron negarse, porque les habían prometido un bote de remos con su sextante y su brújula si se ganaban el laurel del tercer año de primaria, y se lo habían ganado. Así que el papá compró todo sin decirle nada a su esposa, que era la más reacia a pagar deudas de juego. Era un precioso bote de aluminio con un hilo dorado en la línea de flotación.

-El bote está en el garaje -reveló el papá en el almuerzo-. El problema es que no hay cómo subirlo ni por el ascensor ni por la escalera, y en el garaje no hay más espacio disponible.

Sin embargo, la tarde del sábado siguiente los niños invitaron a sus condiscípulos para subir el bote por las escaleras, y lograron llevarlo hasta el cuarto de servicio.

-Felicitaciones -les dijo el papá ¿ahora qué?

-Ahora nada -dijeron los niños-. Lo único que queríamos era tener el bote en el cuarto, y ya está.

La noche del miércoles, como todos los miércoles, los padres se fueron al cine. Los niños, dueños y señores de la casa, cerraron puertas y ventanas, y rompieron la bombilla encendida de una lámpara de la sala. Un chorro de luz dorada y fresca como el agua empezó a salir de la bombilla rota, y lo dejaron correr hasta que el nivel llego a cuatro palmos. Entonces cortaron la corriente, sacaron el bote, y navegaron a placer por entre las islas de la casa.

Esta aventura fabulosa fue el resultado de una ligereza mía cuando participaba en un seminario sobre la poesía de los utensilios domésticos. Totó me preguntó cómo era que la luz se encendía con sólo apretar un botón, y yo no tuve el valor de pensarlo dos veces.

-La luz es como el agua -le contesté: uno abre el grifo, y sale.

De modo que siguieron navegando los miércoles en la noche, aprendiendo el manejo del sextante y la brújula, hasta que los padres regresaban del cine y los encontraban dormidos como ángeles de tierra firme. Meses después, ansiosos de ir más lejos, pidieron un equipo de pesca submarina. Con todo: máscaras, aletas, tanques y escopetas de aire comprimido.

-Está mal que tengan en el cuarto de servicio un bote de remos que no les sirve para nada -dijo el padre-. Pero está peor que quieran tener además equipos de buceo.

-¿Y si nos ganamos la gardenia de oro del primer semestre? -dijo Joel.

-No -dijo la madre, asustada-. Ya no más.

El padre le reprochó su intransigencia.

-Es que estos niños no se ganan ni un clavo por cumplir con su deber -dijo ella-, pero por un capricho son capaces de ganarse hasta la silla del maestro.

Los padres no dijeron al fin ni que sí ni que no. Pero Totó y Joel, que habían sido los últimos en los dos años anteriores, se ganaron en julio las dos gardenias de oro y el reconocimiento público del rector. Esa misma tarde, sin que hubieran vuelto a pedirlos, encontraron en el dormitorio los equipos de buzos en su empaque original. De modo que el miércoles siguiente, mientras los padres veían El último tango en París, llenaron el apartamento hasta la altura de dos brazas, bucearon como tiburones mansos por debajo de los muebles y las camas, y rescataron del fondo de la luz las cosas que durante años se habían perdido en la oscuridad.

En la premiación final los hermanos fueron aclamados como ejemplo para la escuela, y les dieron diplomas de excelencia. Esta vez no tuvieron que pedir nada, porque los padres les preguntaron qué querían. Ellos fueron tan razonables, que sólo quisieron una fiesta en casa para agasajar a los compañeros de curso.

El papá, a solas con su mujer, estaba radiante.

-Es una prueba de madurez -dijo.

-Dios te oiga -dijo la madre.

El miércoles siguiente, mientras los padres veían La Batalla de Argel , la gente que pasó por la Castellana vio una cascada de luz que caía de un viejo edificio escondido entre los árboles. Salía por los balcones, se derramaba a raudales por la fachada, y se encauzó por la gran avenida en un torrente dorado que iluminó la ciudad hasta el Guadarrama.

Llamados de urgencia, los bomberos forzaron la puerta del quinto piso, y encontraron la casa rebosada de luz hasta el techo. El sofá y los sillones forrados en piel de leopardo flotaban en la sala a distintos niveles, entre las botellas del bar y el piano de cola y su mantón de Manila que aleteaba a media agua como una mantarraya de oro. Los utensilios domésticos, en la plenitud de su poesía, volaban con sus propias alas por el cielo de la cocina. Los instrumentos de la banda de guerra, que los niños usaban para bailar, flotaban al garete entre los peces de colores liberados de la pecera de mamá, que eran los únicos que flotaban vivos y felices en la vasta ciénaga iluminada. En el cuarto de baño flotaban los cepillos de dientes de todos, los preservativos de papá, los pomos de cremas y la dentadura de repuesto de mamá, y el televisor de la alcoba principal flotaba de costado, todavía encendido en el último episodio de la película de media noche prohibida para niños.

Al final del corredor, flotando entre dos aguas, Totó estaba sentado en la popa del bote, aferrado a los remos y con la máscara puesta, buscando el faro del puerto hasta donde le alcanzó el aire de los tanques, y Joel flotaba en la proa buscando todavía la altura de la estrella polar con el sextante, y flotaban por toda la casa sus treinta y siete compañeros de clase, eternizados en el instante de hacer pipí en la maceta de geranios, de cantar el himno de la escuela con la letra cambiada por versos de burla contra el rector, de beberse a escondidas un vaso de brandy de la botella de papá. Pues habían abierto tantas luces al mismo tiempo que la casa se había rebosado, y todo el cuarto año elemental de la escuela de San Julián el Hospitalario se había ahogado en el piso quinto del número 47 del Paseo de la Castellana. En Madrid de España, una ciudad remota de veranos ardientes y vientos helados, sin mar ni río, y cuyos aborígenes de tierra firme nunca fueron maestros en la ciencia de navegar en la luz.

La Luz es Como el Agua -Gabriel Garcia Marquez