La gran ciudad permanece seca sobre el asfalto,
olvidando las estaciones del año...
Permanece silenciosa...
Únicamente se escucha...
El chillido de las cigarras
Todo se consume por el calor del sol,
sin observarse nada...
Al voltear a ver un crucero deshabitado...
Solo veo tu silueta
Cuando estiro los brazos,
lo único que puedo percibir
es tu agradable calidez ligera.
Y también, una delicada brisa
que acaricia mi espalda.
No puedo encontrarte,
Ni siquiera tocarte...
Aun así, nuestros caminos
permanecen unidos
en alguna parte...
El cielo que atravesamos
está lleno de acertijos...
El sol se esconde entre los edificios...
Y aun así, las noches se vuelven lejanas,
difíciles de percibir
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