viernes, 16 de abril de 2010

Científicamente comprobado: “Leer ocasiona radiación”

Muy bien, muy bien. Tal vez el decir que está científicamente comprobado sea una exageración, pero al menos está socialmente comprobado (por mi) y resumiré mis estudios y observaciones en los siguientes términos.

Cómo algunos de ustedes saben (entiéndase que en la lógica “algunos” significa “uno o mas”) soy un asiduo lector, y siendo así, la mayoría de las veces que voy en camino a la escuela me acompaña un buen (ha habido ocasiones en que es malo, pero entienden el punto) libro.
Sin embargo, aún con las narices metidas entre paginas he podido estudiar un extraño comportamiento de la conducta humana, y es que me he dado cuenta que las personas en la “pesera” (para los que no son de México, la “pesera” es un autobús pequeño que transporta pasajeros por una ruta fija y que cobraba, originalmente, un peso por viaje) se alejan instintivamente de aquellos pasajeros que tengan la osadía de ir leyendo.

Dadas las circunstancias en que dos (2) personas van sentadas en un mismo asiento doble y repentinamente otro de los asientos, también doble, se desocupa totalmente, es comprensible que una de las personas prefiera hacer el cambio de asiento para así ir mas cómodo. También lo es el hecho de que una chica guapa (e incluso las que no lo son tanto) prefieran cambiar de asiento aún cuando el otro no este totalmente desocupado, pero tenga como compañera a otra mujer (esto por el hecho de que normalmente las mujeres sienten que el mundo entero está esperando una oportunidad para manosearlas, y créanme que no las culpo, he escuchado multitud de casos).
Lo que a final de cuentas mi raciocino no alcanza a entender es el hecho de que algunas personas (mas notorio en las mujeres por atentar en contra del instinto antes mencionado) cambien de asiento a otro en el que viajan en condiciones iguales o peores, siendo los casos mas recurrentes los siguientes:

Caso1
Valle (yo) viaja cómodamente sentado en uno de los asientos dobles del lado de la ventanilla y una persona “X” toma asiento a su lado. Valle (yo)se pega a la horilla del asiento y se compacta lo mas posible (ya que descompactado abarca un espacio considerable del asiento) para que “X” se siente cómodamente. Todo continua por el mismo camino hasta que en cierto momento a uno de los asientos dobles se les desocupa una plaza, comúnmente la que va del lado del pasillo, y en ese momento “X” cambia de asiento. Todo sería comprensible si cumpliese con cualquiera de las circunstancias anteriores, pero el asunto se vuelve incomprensible ya que cumple con alguna (nuevamente aplíquese la definición que se da en la lógica)de las circunstancias siguientes:
a) La única diferencia entre un asiento y otro es que el sujeto del otro asiento no va leyendo
b)El sujeto del otro asiento abarca 7/8 partes, dejando a “X” sentado “como Horacio”
c) El sujeto del otro asiento tiene pinta de ratero
d) El sujeto del otro asiento viene tocando una guitarra o batería imaginarias

Caso 2
Valle (yo) viaja cómodamente sentado en uno de los asientos dobles del lado de la ventanilla y repentinamente una chica (no importa si es guapa o no, lo realmente importante es que es poseedora del instinto antes mencionado) se sienta a su lado. Valle (yo) se pega a la horilla del asiento y se compacta lo mas posible (ya que descompactado abarca un espacio considerable del asiento) para que la chica se siente cómodamente. Todo continua por el mismo camino hasta que en cierto momento a uno de los asientos dobles se les desocupa una plaza, comúnmente la que va del lado del pasillo, y en ese momento la chica cambia de asiento. Todo seria comprensible si cumpliese con cualquiera de las circunstancias anteriores, pero el asunto se vuelve incomprensible ya que cumple con alguna (nuevamente aplíquese la definición que se da en la lógica)de las circunstancias siguientes:
a) La única diferencia entre un asiento y otro es que el sujeto del otro asiento no va leyendo
b) El sujeto del otro asiento abarca 7/8 partes, dejando a la chica en cuestión sentada “como Horacio”
c) El sujeto del otro asiento tiene una cara de Maestro Roshi/Happosai/Jiraiya que no se la puede ocultar ni a el mismo
d) La mas extraña de todas; En el otro asiento, su acompañante trae pinta de vagabundo, albañil o mecánico (yo no tengo nada en contra de estas personas, pero investigaciones indican que en el instinto femenino de “Todo mundo espera el momento de manosearme” estos tres (3) estereotipos merecen precaución especial.

Caso 3
Conocido también como “El caso de radioactividad extrema” es el que se describe de la siguiente manera:
El pesero va tan lleno que ni un alfiler mas puede entrar, curiosamente, el único lugar disponible para sentarse está al lado de un pasajero que va leyendo. No importa cuanto tiempo pase ni cuanta gente siga abordando… Nadie se sienta
Se cree que en estos casos las personas de pie van pensando alguna (nuevamente aplíquese la definición que se da en la lógica) de las siguientes ideas:
a) Maldito!!! Acabo de caminar veinte (20) cuadras, solo quiero sentarme y a este cabrón se le ocurre venir leyendo en la micro
b) Que valiente!!! Arriesgar así su vida por el conocimiento. Cómo quisiera tener el mismo valor
c) Que poca moral tienen algunos!! No se da cuenta que es un lugar público y que algún niño podría verlo??
d) Hay que tener cuidado con éstas personas. El tarado que habla en los programas de chismes dice que puede ser contagioso
e) Un libro!!! Un libro!!! Atrás!!!
f) Cruz, cruz. Que se vaya el diablo y venga Jebus!!!
g) Para mi que detrás de ese libro tiene escondido “El cuento vaquero”

Cómo han podido observar a lo largo de éste articulo el asiduo lector mexicano sufre de una gran discriminación entre la sociedad, pero dado su gran sabiduría y extenso conocimiento (producto de tanto leer) a encontrado en ello una innegable y gran ventaja, y es que gracias a esta discriminación puede disfrutar, la mayoría de las veces, de un asiento doble para el solo. Y si el ser lector no es suficiente, en estos tiempos de influenza, basta un simple estornudo.



Dark Shadow-Kuro Tsuki

6 comentarios:

  1. Como ejemplificara el filosófico Borges, los dos lados de la misma moneda...
    Yo soy de esas chicas que creen que todo mundo las va a manosear, pero cuando veo a un chico leyendo no pienso que lo hara, pienso "Mira, ese chico lee", razón para mi suficiente para creer que no me manosearía, ja ja, pero te he de ser sincera, yo jamás he notado esa radioactividad, cuando veo a un chico o chica leyendo generalmente si procuro no molestarlo con el conocidísimo "si le pasa un pasaje por favor?" o con "si me da permiso por favor?", etc. porque a mi me encanta leer y me purga que me vayan chingado cuando lo hago, sin embargo cuando voy sentada en un asiento y muy pegada a otras personas, a veces tengo muchas ganas de quitarme de ahí por la incomodidad y de untando las lonjas con el de al lado, pero muchas veces me detengo y padezco el suplicio durante todo el trayecto para evitar que el hombre piense que yo creo que me va a manosear o que las viejas chismosas se le queden viendo con mirada de "mugre viejo lividinoso", desafortunadamente en México sufre el más menso y generalmente el que nada tiene que ver, huestes de hombres que van chingue y chingue a chicas, ya sea de "mano largas", de "miradas que desvisten" o de "abuelitos galanes" que sienten que las jovencitas tienen mucho interés en conocer sus encuentros sexuales con señoras que evidentemente son mucho mayores que ellas, y filas y filas de los que ni siquiera voltean a ver a una mujer y son acusados de acoso, ja ja, de los cuales como podrás ver, su número y variaciones es radicalmente menor a los anteriores, bastaría con decir que es el transporte público en México.
    Pero en fin, yo soy mujer, leo y procuro no mostrarme intolerante con los que comparto el transporte, nunca he sentido radioactividad cuando leo, pero si procuro mostrar respeto por los que van leyendo y no molestarlos más de lo necesario, pero jamás jamás podré quitarme la fijación de cuidar mis cosas materiales y carnales cuando viajo cerca de un hombre, así es la cosa, o te roban tu cartera o tu celular o atentan contra tu dignidad, nada como ser mujer mexicana.
    Saludos.

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  2. By the way, me encantó el caso 3 XD , deberías publicar algo más sobre tus estudios en Prisión de Abyss, ja ja ja.

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  3. También habrías de dejarlo en la Frikipedia

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  4. cierto!!... bueno aunque yo no leo en peseras, metro, o cualquier vehiculo en movimiento (lo tengo más que comprobado que me mareo xD) yo estaba sentado en frente de bellas artes = leyendo y sentía miradas de extrañesa a mi alrededor, cuando los volteaba a ver, inmediatamente se hacían los disimulados, tmb me paso en una plaza (llena de pubertos entre 12 y 16 años) se me ocurrio ponerme a leer, en lo que esperaba a alguien, e = los escuincles se alejaron inmediatamente después de que saque el libro... sii, comprobado, leer ocasiona radiación!!

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  5. Hola, Emmanuel. Me da gusto ver que no soy el unico, ya que cómo verás Muñeca Rota dice que ella no es radioactiva, je :P
    Gracias por darse el tiempo de pasar por aquí, y no se desesperen, pronto continuaremos posteando.

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  6. Sabes qué? He puesto más atención a esta situación yyy resulta que he notado otra cosa, mientras más dibujitos traigan tus libros, más llaman la atención, verás.
    Yo escribo en mi libretita de bolsillo, pero también dibujo, en fin, el otro día traía abierta mi libretita en una página en donde hay un poema y un dibujo, je je, y una señora venía asomándose, lo cual no me gustó, ya que al escribir yo, se tratan de cosas que para mí son muy profundas, y la vieja ahí venía de encimosa, en fin, cerré mi libreta y saqué el libro de Wild, que está escrito a dos columnas con letras un poco pequeñas y ninguna ilustración, ja ja ja!, y la reacción fue inmediata, la señora volteó a ver a otro lado inmediatamente, ja ja ja! así que la radioactividad fue un poco evidente en ese momento.

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